"Sanas y saludables"
Mejillones rellenos. ¡Pruébalos!
A los mejillones rellenos se les llama «Tigres«, me imagino que ya habrás oído hablar de ellos por éste nombre.
Ésta, es una de mis recetas favoritas. De ésas, que cuando vas a casa de tu madre, piensas.. (por favor…por favor… ¡¡Que los haya hechooo…!!).
Vamos a ello, no? Empezamos con nuestros mejillones rellenos.
Ingredientes
1Kg de Mejillones
1 Cebolla
3 Ajos
2 Huevos
30 grs de mantequilla
1 Cayena
Medio kilo de tomate triturado
1 vaso de caldo de los mejillones
Bechamel
50 grs. de harina
50 grs. de mantequilla
600 ml. de leche
Sal y Pimienta
Empezamos
En primer lugar, limpiamos muy bien los mejillones, rascando con un cuchillo toda la concha quitando todo lo que esté pegado a ella y a continuación lavamos con un estropajo uno a uno debajo del agua.
Ésto se hace así por que es muy probable que la concha acabe en tu boca y tienen que estar limpios.
Ponemos una cazuela con agua al fuego, un vasito, echamos los mejillones y dejamos hervir hasta que se vea que estén todos abiertos. Podemos poner una tapa para acelerar la cocción, pero se hacen súper rápido así que.. ¡no te vayas por ahí! ;)
Ya tenemos nuestros mejillones cocidos
Si ves, que alguno no se ha abierto tíralo por que podría estar en mal estado. Sepáralos del agua. Y reserva el caldo que ha salido, lo necesitaremos más adelante. ¡No tires el agua!
Ahora vamos a empezar a hacer la salsa de tomate.
Ponemos el aceite en la sartén y echamos la cayena, cuando veamos que se está dorando la quitamos y ponemos la cebolla y los ajos muy picaditos. Ésto es importante, que los trocitos sean pequeños para que luego a la hora de comerlos sea más agradable. Importante.
Cuando empiece a coger un poquito de color añadimos el tomate y la sal. Removemos para que se junte bien con el aceite y dejamos hacer unos quince minutillos. Vigilando que no se pega, ni nada parecido. ¡Qué te veo! ;)
Entonces añadimos medio vaso del caldo de los mejillones y revolvemos bien de nuevo todo. Dejamos hacer hasta que se evapore el agua….. Y Óleeee….Tu salsa de tomate!
Ahora separamos los mejillones de las conchas, reservándolas, y cogemos uno a uno para cortarles las «barbas» internas.
Con una tijera o cuchillo, como más te apetezca, cortamos la carne del mejillón en trocitos pequeños y reservamos. Éste…es el momento en el que te puedes tomar un vinito, a la vez que cocinas. ;)
En una cazuela ponemos una cucharada de aceite y 30grs de mantequilla, esperamos a que se derrita y añadimos la carne del mejillón.
Revolvemos en el fuego bien y separamos. Añadimos un poco de salsa de tomate a la mezcla y con ello rellenamos parte de las conchas.
Para la bechamel, cogemos unas varillas, ya que es más fácil de hacerlo con ellas.
Ponemos la leche en una cazuela y dejamos hasta que empiece a hervir, entonces la retiramos. En otra cazuela ponemos al fuego la mantequilla, esperamos a que se derrita y agregamos la harina.
Removemos con las varillas todo el rato. La harina se tiene que hacer al fuego, por que si no la bechamel sabe a harina pura y dura y sabe mal. Así que seguimos removiendo durante 3 minutillos más o menos.
Apartamos del fuego y echamos la leche, que habíamos hervido anteriormente. Y…..Seguimos removiendo con las varillas, bien, bien.. Volvemos a poner al fuego, sin parar de remover durante otros tres minutos más o menos, dependiendo del espesor que quieras en la bechamel. Si quieres más espesor, más tiempo.
Si te quedase algún grumillo, lo pasas por el chino o batidora y solucionado.
Sin que se enfrie la bechamel(ésto es muy importante) vamos rellenando los mejillones con la misma, por encima de la mezcla anterior.
Batimos dos huevos en un plato y ponemos pan rallado en otro que iremos añadiendo conforme se nos vaya acabando. Dejamos que la pasta enfrie en los mejillones, sino se caerá al pasarla por el huevo. Ojo!
Cogemos la punta del mejillón y lo pasamos por el huevo, teniendo en cuenta de manchar la concha lo menos posible. Es decir, pasar por el huevo la zona de la bechamel sólo, que sino luego parecerá una croqueta y no queda bonito.
A continuación del mismo modo lo pasamos por el pan uno a a uno.
Suelen salir de unos 20 a 30, claro, dependiendo siempre de la cantidad que eches a cada mejillón.
Si no vas a utilizar todos se pueden congelar, es lo habitual. Primero los metes separados, para que no se peguen, y a las 2 horas más o menos ya los puedes meter todos en una bolsa.
Calentamos aceite en una cazuela y vamos hundiendo boca arriba poco a poco los mejillones. Cuando vayas viendo que se ponen doraditos los sacas y los vas poniendo en un papel absorbente para que recoja el aceite sobrante.
Y……¡¡Ya está!! Señores….. Señoras…. ¡Sus mejillones!
¿Qué te ha parecido? ¿Cómo los haces tú? Se admiten toda clase de sugerencias y trucos, así, aprendemos todos. ;)
Los probaré, la próxima, esta vez los he hecho con sofrito cebolla,ajo,tomate natural,mejillón I gambitas y la bechamel.
Gracias
Con gambas!! Mmmmm… Que buena opción!! Seguro que están de muerte.. 😉
Sí…. 😉 Gracias!!
Qué pinta! Suena muy bien… 😉
me encanta este blog!!!!Las recetas son fáciles y novedosas!!!!! uuummmmmmm las patatas a la riojana !!!deliciosas!!!! muchas gracias por las ideas decorativas !!!muy imaginativas !!!voy a ponerme manos a la obra por casa!!jijijiji
Éso!! Ahora, hay que hacerlo!! Y si lo haces de otras formas nos lo contamos y así aprendemos todos!! 😉 Un besote!!